Como uno más de los atareados pobladores de esta parte del Planeta Tierra, normalmente siempre con prisas, siempre sin tiempo para nada, volcados en la vorágine del día a día, la moto se ha convertido para mí en un aliado que me permite, en ciertas ocasiones, hacerle un guiño a las ocupaciones -y preocupaciones- habituales y dejarlas de lado durante algunas horas, o a veces, incluso días.
Precisamente hoy había decidido aprovechar un par de horas que me podía permitir entre la comida y las obligaciones de la tarde para hacer una pequeña escapadita en busca de un magnífico árbol que descubrí casi por casualidad hace un tiempo y del cual ignoraba si, tras unos años transcurridos desde mi última visita al lugar, aún continuaba allí, en el mismo sitio que ocupa desde hace...unos cientos de años...
Y afortunadamente, tras una media hora de rodar, primero por carretera y luego -unos 3km- por pistas, llegué al lugar para comprobar que allí estaba, tan sólido, rotundo y magnífico como siempre.
A pocos metros de allí, otro ejemplar, de tronco no tan masivo pero con sus ramas mucho más pobladas, contribuía a la espectacularidad de aquel pequeño rincón:
La visión del nudoso tronco, de barrocas e increíbles formas, no pudo por menos que hacerme reflexionar sobre el transcurso del tiempo, ese tiempo que tanto nos agobia en ocasiones y del que en tan pocas otras podemos disponer a nuestra entera satisfacción.
Si este centenario arbolito pudiese hablar, ¿Qué nos contaría sobre el? ¿Cual sería su concepto de la prisa?
Supongo que algo distinto al nuestro....
Y bueno, como mi tiempo para éste paseo era limitado -por lo que íbamos hablando- tocaba continuar el recorrido, ahora con la intención de pasar por algunos tramos desconocidos para mí, a ver que me deparaban, y ciertamente, no me desilusionaron en absoluto
Es lo que tiene esta tierra, que igual te puedes encontrar con sedimentos de lo más reseco, en un paisaje y zona que también lo están
Y a un par de metros una pequeña corriente de agua cristalina -eso en esta época y este año, ya que no es lo habitual, al margen de que será efímera-.
Algún contraste más
Y pruebas de que la "civilización" no anda lejos...
El paseo continua, con nuevas sorpresas
Tramos un tanto especiales
Vistas típicas de la zona
Y naturaleza a raudales, que te sale al encuentro y a la que hay que tener buen cuidado de no maltratar
Ahora tocaba un tramo de disfrute, en el que no pude hacer fotos ya que, de parar, me hubiese quedado atascado y no era plan yendo solo como era el caso. Aunque habitualmente hay camino, en algunos sitios éste prácticamente había desaparecido y pude superar el tramo con terreno arenoso, suelto y encharcado gracias a las ruedas de tacos. De haber llevado mixtas, igual todavía estaba por allí...
Tras alguna muestra más de la belleza de estas zonas áridas
Tocaba regresar a casita.
En otra ocasión volveré por allí para intentar medir, sino el paso del tiempo que su corpulencia refleja que ha visto transcurrir, lo cual se me antoja harto difícil, si al menos el grosor de su tronco...
Nos vemos en las pistas y caminos de cualquier parte del mundo.
Las fotos y el recorrido pertenecen íntegramente a la provincia de Almeria, muy cerquita de su límite con Murcia.
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