Hace tan
solo unos momentos que he finalizado la lectura de La emoción del nómada, libro del viajero motorizado Miquel Silvestre, al cual quiero
agradecer todo lo sentido, disfrutado, sufrido y vivido conforme avanzaba la
lectura de sus páginas.
Porque
gracias a Miquel, y a este su libro, he traspasado fronteras que nunca cruzaré,
he padecido fatigas que nunca sentiré, he conocido gente que recordaré, he
rodado en moto por paisajes y lugares por los que nunca pasaré…
Tengo que
decir que me ha parecido un buen libro, que en determinados momentos me ha hecho
reflexionar, y del cual sospecho que tiene el “valor añadido” de haber sido
escrito tiempo después de realizado el viaje, con lo cual el viajero “amateur”
que lo llevó a cabo se ha visto reforzado por un punto de vista más maduro, el
de su mismo protagonista a quien las circunstancias y determinados
acontecimientos le han ayudado a imprimir ese toque sereno, distanciado de desencuentros y con momentos plenos de emociones que en él se aprecian.
Con estas
líneas tan solo quiero decir Gracias Miquel, continua viajando y permitiéndonos
compartir tus viajes y tus sensaciones en otros libros, normalmente éstos son los que perduran, como bien sabes.