Eran poco más de las 4 de la tarde de un Lunes a finales del mes de Mayo, cuando una voluminosa Honda Africa Twin, el ya mítico modelo de la marca japonesa, equipada con diversas maletas y accesorios varios que le hacían duplicar su tamaño normal, recorría pausadamente las calles de Puerto Lumbreras, en Murcia, guiada por su experimentado piloto.
Y digo experimentado simplemente porque en realidad no sabría como definir a su conductor, ya que con 70 años recién cumplidos, Mr Ian Coates es un afable y corpulento súbdito inglés que lleva nada más y nada menos que 13 años recorriendo el mundo a bordo de su inseparable montura, con la friolera de casi 400.000 km recorridos sobre ella.
Artículo sobre Ian Coates en la revista Motociclismo
Entrevista en Motoplanet a Ian Coates, con Victor Rider, por Selva Mayo
(Muchas gracias a Victor por traer y hacer posible la presencia de Ian Coates en España, ya que vino gracias a dicha invitación, de otra forma no tenía previsto el paso por nuestro país).
Le estaba esperando desde el día anterior cuando una llamada de teléfono me comunicó su próxima llegada procedente de Trevélez, en la Alpujarra granadina, lugar a donde había llegado procedente de Sevilla tras haber estado durante un tiempo compartiendo vivencias con moteros y conocidos en Portugal.
Y le esperaba con ilusión e impaciencia, para qué negarlo, no todos los días se tiene la oportunidad de saludar al que posiblemente sea el más grande viajero en moto conocido, esos 13 años, 400.000 km y más de 90 paises visitados lo atestiguan; por fortuna para mí iba a tener la oportunidad de compartir rutas, mesa y tertulia (sobre todo cuando habia alguien con dominio del idioma inglés cerca) durante los días siguientes, y desde luego todas mis expectativas sobre como iban a ser estos días se vieron ampliamente superadas.
Le vi pasar a ritmo muy tranquilo, mirando todo con curiosidad -algo que no tardaría en darme cuenta es lo habitual en él- aunque no me dió tiempo a avisarle de que era conmigo con quien esperaba encontrarse, así que el momento de conocerle se demoró un poquito, justo lo que tardé en atajar para llegar hasta el mientras daba la vuelta a la manzana de edificios.
El saludo y la presentación fue un tanto peculiar, ya que Mr Ian tan solo conoce algunas palabras sueltas en castellano, mientras que a mi me ocurre otro tanto con el idioma inglés, a pesar de lo cual la "presentación" fue muy cordial, casi tanto como el afable pero firme apretón de manos que nos dimos en ese momento.
Estamos en España, así que qué mejor sitio para la primera parada que en el bar de la esquina, sobre todo si este tiene terracita y espacio suficiente para que la preciada joya de Mr Ian, su moto, pueda reposar justo a nuestro lado y a la vista de su dueño, algo indispensable para él, dispuesto a pernoctar en las peores condiciones si es preciso, pero que por nada del mundo dejaría su medio de transporte en lugar que no considere seguro para ella.
Mientras dabamos buena cuenta de un par de botellines...de agua sin gas...Mr Ian me comunicó -mediante el lenguaje universal de los signos, principalmente- su intención de cambiar el neumático trasero, ya que con 35.000 km! que llevaba recorridos este no se encontraba ya en su mejor momento precisamente, así que tras una llamada a mi taller habitual, en la vecina población de Lorca, nos encaminamos hacia allá para realizar dicha operación, aunque allí me esperaba la primera sorpresa, ya que el encargado de montar y desmontar rueda no fue el mecánico titular, sino el mismo Ian con sus propias herramientas, y es que quien mejor que él para "atacarle" a un vehículo que tan bien conoce...
Esa misma noche pudimos empezar a disfrutar de las vivencias compartidas por Mr, Ian en una pequeña reunión/cena con mis colegas moter@s, en la que todos disfrutamos bastante
Y bueno, os podría comentar que a la mañana siguiente hicimos una pequeña ruta, por pequeñas carreteras y zonas rurales en la que pude ver cumplido mi pequeño y particular sueño de rodar (pausadamente) con Mr. Ian.
Tras detenernos para hacer algunas fotos y admirar el paisaje, sucedió otra anécdota que entiendo da una idea del amor y respeto de Mr Ian por la naturaleza, ya que mientras regresaba a paso ligero hacia donde estaba él tras hacer ésta foto
comenzó a hacerme señas con las manos de que caminase despacio, y el motivo no era otro que mis pasos, los cuales al resonar sobre el asfalto no le permitían escuchar claramente un par de pajarillos silvestres que trinaban desde los cercanos árboles.
En el magnífico Castillo de Velez Blanco, Almería:
Mr Ian contemplando la Sierra de El Gigante, limítrofe entre Murcia y Almeria:
Una vez que Mr Ian se encontraba en Puerto Lumbreras, por mi parte no iba a dejar de intentar mostrarle aquellas costumbres y usos de la zona que, no me cabe la mejor duda, habrá incorporado a su inmenso bagaje viajero, adquirido a "pie de obra", por lo que tras contactar con los gestores municipales estos ofrecieron de inmediato toda su colaboración (mi gratitud y la de Mr Ian por ello) accediendo a realizar un recorrido turístico por el conjunto de Medina Nogalte con su remozado Castillo y sus Cuevas tematizadas donde Mr Ian disfruto de lo lindo, gracias en buena parte a las explicaciones y comentarios (en inglés) que Gema, la competente y simpatica guía que nos acompañó, le brindó en todo momento.
Ian Coates, en el remozado Castillo de Nogalte |
Mr Ian "haciendo" unas "migas" en una de las Cuevas tematizadas |
Parecía que no iba a ser posible, pero al final logró pasar... En el Puente /Pasarela sobre la Rambla de Nogalte. |
Y claro, como no dedicar una jornada a rutear... por zonas de montaña, las preferidas de Mr Ian.
En el Castillo árabe de Serón, Almería:
En la Sierra de Baza (Granada) contemplando Sierra Nevada donde el domingo anterior tuvo una gran sorpresa ya que a pesar de las fechas en que estábamos le cayó una buena nevada (en las Alpujarras).
En los Observatorios Astronómicos de Calar Alto, Almería, a 2100 metros de altitud:
Mirador de la Tetica de Bacares, Almería, también con una altitud superior a los 2100 metros. De no ser por la bruma desde allí se pueden ver los Observatorios y, mas atrás, Sierra Nevada.
Hacia el otro lado, el Mediterráneo...
El cartel... y la Tetica de Bacares (viendo su forma supongo que entenderéis el porqué de su nombre...) al fondo:
Descenso hacia Velefique, paisajes por la zona del Desierto de Tabernas y si os fijáis un poco, en el centro del horizonte, el mar.
Mr Ian disfrutó lo suyo...
Una buena jornada de moto... a ritmo tranquilo.
Tenía mis dudas sobre si le había parecido demasiado larga, o si le había gustado la zona, pero tras el expresivo goood!, acompañado del clásico gesto de pulgar hacia arriba, que me dirigió nada más bajarse de la moto al final de la jornada, di por sentado que le había parecido bien.
Ruta seguida
Y bueno, para no alargarme más resumo el resto de lo vivido esos días en estas FOTOS
Es una suerte descubrir que aún quedan en el mundo personas como Mr Ian, cuya vitalidad, sorprendente en una persona de su edad, unida a una innata curiosidad y a su particular forma de moverse por el mundo (llama poderosamente la atención el encontrarte con alguien que lleva tanto vivido y que sin embargo desconoce por completo lo que para nosotros es la "actualidad" -por ejemplo, hasta hace muy poco ni siquera sabía quien era el primer ministro de su pais-).
Suele decir que él lo que mas tiene es...tiempo, y ciertamente lo demuestra en su pausado viajar. No es habitual encontrar, en nuestro ajetreado mundo y forma de vida actual, alguien como él, de quien se puede decir que no sabe que va a hacer o donde va a estar al día siguiente, depende del camino...
Sorprenden también los "extras" que equipan su moto en su vertiente aventurera, reducidos prácticamente a los "depositos suplementarios" que podéis ver en las fotos, una barra de refuerzo que une los soportes de las maletas, fabricada por el mismo, una larga cuerda en el top case, con la que se ayuda para levantar la moto cuando esta cae en las embarradas zonas de selva, por ejemplo, y una pequeña hacha con la que hacer leña así como unas pequeñas parrilas sobre el top... Todo ello en una moto fabricada hace más de 20 años.
Ni rastro de los carísimos extras con los que cualquier aventurero moderno acostumbra a equipar su montura.
Tan solo me resta decir: Buen Viaje, Mr Ian Coates, ha sido un placer y una lección de vida el conocerle.
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